Iniciar un nuevo Emprendimiento.
Incertidumbre, dudas y temores invaden a quien decide iniciar un nuevo negocio. No es para menos, está apostando sus ahorros, tal vez no conoce del todo la actividad y el escenario (nuestro país) suele presentar altibajos significativos.
Las estadísticas no ayudan a calmar su nerviosismo. De hecho, más del 70% de los nuevos emprendimientos fracasan en su primer año. Otro diez por ciento no llega al tercer año de vida. A veces no falla el negocio, pero se agota el espíritu emprendedor.
Sin embargo, el 8% de los nuevos emprendimientos tiene éxito. En algunos casos, el resultado supera las expectativas de sus fundadores. ¿Cuál es la diferencia entre los que alcanzan el éxito y aquellos que no lo consiguen?
Los exitosos minimizan los riesgos y admiten sus limitaciones.
Como minimizar los riesgos?.
Hacer las cosas BIEN desde el comienzo es la mejor receta, ya que nadie lo hará por nosotros. Lo primero es PLANIFICAR, gastar mucho lápiz y papel antes de invertir el primer centavo.
Estudiar exhaustivamente el negocio. Evaluar todos los escenarios posibles. Medir los riesgos y decidir cuales aceptaremos, después de minimizarlos tanto como podamos.
Hoy es posible hacer estudios de mercado sentados frente a una PC. Podemos evaluar precios, estudiar a la competencia. Hasta podemos saber si nuestro negocio en la Web puede mostrarse entre los primeros puestos en los buscadores.
Consultar a los que saben, pedir consejo a quienes conocen el mercado, asesorarse impositivamente para obtener ventajas y evaluar nuestras posibilidades de quedarnos con una porción de la torta, son tareas imprescindibles, previas a comenzar el proyecto.
Admitir nuestras limitaciones.
Si conocemos bien el mercado, sabemos como vender y tenemos un buen manejo de los clientes, ese es nuestro punto fuerte. Es lo que debemos hacer. Seremos el mejor Gerente Comercial.
Pero eso no nos convierte en un buen Gerente General. La administración debe ser atendida. Las finanzas deben ser puestas en orden. La logística debe ser eficiente. Allí debemos contar con quienes sean capaces de hacer bien esas cosas que nosotros no dominamos.
Afortunadamente, podemos tercerizar muchos servicios. No necesitamos conocer el mundo on-line ni ser expertos en e-commerce o en redes sociales. No tenemos que completar nuestros libros contables ni ser expertos en política tributaria.
Debemos contratar a quienes saben hacer esas cosas para que lo hagan por y para nosotros. Y tenemos que tratar de conseguir a los mejores.
NADIE puede hacerlo TODO. Mucho menos si tiene intenciones de crecer. Delegar y luego controlar los resultados, es lo que nos va a permitir escalar. Dejarse ayudar es la clave. Si nuestro capital no es suficiente, asociarnos sería una buena opción.
Nuestro mayor cuidado deberá ponerse al elegir las personas que nos acompañarán. Tenemos que conocer sus habilidades, experiencia y sus logros anteriores. Si van a ser parte de nuestro equipo, tienen que conocer que esperamos de ellos y aceptar el reto.
Es cierto que alcanzar el éxito no es fácil. Pero fracasar no es un mandato estadístico. Con los riesgos minimizados y el equipo completo y motivado, ya podemos salir al mundo de los negocios con mayor posibilidad de pertenecer a ese pequeño grupo que triunfa.