Restaurante como idea de negocio.
Poner en marcha un restaurante es una idea que le puede pasar a cualquiera por la cabeza, pero en realidad exige tener unos objetivos muy claros y contar con una preparación técnica adecuada.
El hecho de tener una buena iniciativa o capital para desarrollarlo no es suficiente hay que comprobar la viabilidad del proyecto y estudiar los pros y los contras.
Antes de elegir el local sería también conveniente que preguntase en el ayuntamiento o en la Junta Municipal del Distrito los posibles planes de desarrollo de la zona o algún tipo de inconveniente que pudiera afectar a medio plazo en su negocio; hacer una comprobación de sus competidores más cercanos, incluyendo bares y cafeterías, analizando su oferta de comida.
También es conveniente enterarse de la apertura de los nuevos centros empresariales.
Será en estos puntos donde encontrará un cliente seguro, porque se verá limitado para moverse a otras localidades, ya que en principio no se dispone de tiempo para cambiar.
Es imprescindible que haga una previsión sobre la inversión total que vaya a necesitar, lo que le permitirá estimar los recursos ajenos que tiene que solicitar.
Los futuros empresarios suelen tener un 30 % o 40 % de recursos propios y el resto se obtiene mediante la búsqueda de socios capitalistas o a través de créditos bancarios.
En el estudio económico se debe incluir desde el gasto mensual de alquiler o los gastos generales de comunidad, hasta el coste de material de cocina y todo el equipo de menaje.
No olvide incluir el mobiliario de sala.
Una vez que haya comprobado las posibilidades de su restaurante, puede iniciar todos los trámites administrativos necesarios; deberá prestar especial atención a la fórmula legal a la que puede acogerse porque de ello dependerán sus futuras responsabilidades.
En el sector de los restaurantes, un 75% de los propietarios están acogidos al régimen de autónomos.