No existen fracasos

En todo negocio recién comenzado, uno siempre trata de que las cosas vayan por el camino deseado, buscando alternativas para que nada salga fuera de lo pensado.

Ante esta situación, uno tiene que percatarse de que en cualquier momento las imperfecciones organizativas pueden llegar y desacomodar nuestras cosas realizadas hasta el momento.

Pero si realmente estamos haciendo lo que nos gusta y queremos llegar bien alto, en todo negocio rentable no existen los fracasos, ya que ante una caída, algo se aprende, lo cual no podría llamarse como muchos dicen, un fracaso.

Es común que durante nuestro proyecto surjan momentos donde las decisiones tomadas no parecíeran ser las correctas, pero todo ello no nos tiene que desanimar y hacernos pensar de que nuestro emprendimiento no sirve.

Por lo tanto, tratemos de observar en cada caída que cosas tenemos que repensar, que cosas tenemos que reorganizar, para que poco a poco, el negocio se vaya formando y por fin sea como nosotros lo deseamos, algo fuerte, sólido y rentable.